Entusiasta y emprendedora, inicié mi vida profesional como Licenciada en Relaciones Públicas e Institucionales. Amante de la comunicación en todas sus formas, siempre supe que lo que hiciera iba a querer comunicarlo. Una grave situación de salud a mis 22 años me llevo a la cocina como nuevo espacio de formación y acción, donde descubrí que la alimentación es, en gran medida, la base de la salud. Fue entonces cuando mi mente y corazón inquieto, curioso, me llevaron al comienzo de la alimentación, y al que creo que es entonces el inicio de la salud, física y emocional: la lactancia.
Con el devenir de la maternidad, la formación profesional se fusiono con la pasión, y me sumergí de lleno en el mundo de la Puericultura. Esta amada y ancestral profesión tocó las puertas de mi vida en el momento justo! Cuando necesitaba encontrar la manera de “dar” a los demás no solo una asistencia profesional, sino también amor y sostén.
Y aquí estoy desde este rol, siendo parte de esa “red de sostén” tan importante de la mujer, cuando se transforma en mamá. Las puericultoras somos agentes de salud, formadas para ser facilitadoras de la función materna desde el embarazo, acompañando el parto, el puerperio y los primeros años de vida.